Soldados

La Revolución ya tiene armas

Los trabajadores y soldados revolucionarios lograron derribar el último obstáculo que impedía su triunfo: la falta de armamentos

Hoy, los trabajadores y soldados revolucionarios, lograron derribar el último obstáculo que impedía su triunfo y los dejaba en condición de inferioridad con respecto a las cada vez más dispersas fuerzas del Zar: La falta de armamentos.
Durante la mañana, cientos de trabajadores dirigidos por un hojalatero bolchevique, tomaban un arsenal en el distrito de Lesnói y más tarde, otro grupo de obreros se hizo con el control de la fábrica de Cartuchos de la ciudad.
Por otro lado, los soldados insurrectos de Volynski lograron tomar un arsenal en Liteni y se apoderaron de cuarenta mil fusiles, treinta mil pistolas y cuatrocientas ametralladoras puestas al servicio de la revolución.
Luego de derrotar a las tropas zaristas que bloqueaban los puentes que unen los barrios obreros con el palacio de Táurida, los cientos de miles de trabajadores se unieron con los soldados rebeldes en el centro de la ciudad. La Monarquía tiene las horas contadas.

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