Ejército

Sube la tensión en Petrogrado

La renuncia de dos ministros no parece ser más que un intento del gobierno por presionar a los conciliadores

La situación económica se deteriora día a día, grandes sectores de la población se sienten defraudados. “Las colas para comprar pan crecen interminablemente. El dinero, cuya circulación es diez veces mayor que la de preguerra, se devaluó. La especulación es desenfrenada, mientras los empresarios continuan su boicot a la economía con cierres de fábricas.

El regimiento de ametralladoras, simpatizante de los bolcheviques, organizó en la Casa del Pueblo un mitín de despedida de los "últimos" soldados que salían para el frente. Allí hicieron uso de la palabra Lunacharski y Trotsky.
En nombre del regimiento hablaron el soldado Gilin y el suboficial Laschevich, que es un viejo bolchevique. Los ánimos se notan muy excitados. Kerenski fue atacado duramente, se juró fidelidad a la revolución, pero no se hicieron proposiciones concretas para el próximo futuro.

En la ciudad hay un clima muy tenso Sujanov dice al respecto "Por todas partes, en todos los rincones -recuerda en el Soviet, en el palacio Marinski, en las casas particulares, en las plazas y en los bulevares, en los cuarteles y en las fábricas, se habla insistentemente de acciones que se sucederán de un momento a otro... Nadie sabe concretamente quién se echará a la calle, ni cómo ni cuándo. Pero la ciudad parece estar en vísperas de una explosión."

Las renuncias de los ministros kadetes, quienes estaban de haber reconocido el parlamento de Ucrania, lo que hace es presionar a los socialistas gubernamentales para que actúen y enfrenten el impulso de las masas, al mismo tiempo que se cubren ante las desalentadoras noticias que provienen del frente de batalla.

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