Stalinismo

Stalin, sepulturero de la revolución

Tras la muerte de Lenin y el exilio de Trotsky, condujo al fracaso la Revolución de Octubre y persiguió duramente a los opositores.

Stalin es la figura que usaron los grandes medios y la ideología dominante para atacar al comunismo a escala mundial. Esto fue posible porque estuvo treinta años al frente de la URSS y durante este período se encargó de acallar a la oposición.

Al poco tiempo de triunfar la Revolución de Octubre, con Lenin a la cabeza, la dura situación económica producto de la guerra civil y el ataque de 14 ejércitos imperialistas exigió la implementación de un “comunismo de guerra” que permitió la defensa de la revolución. Al finalizar la guerra, la compleja situación llevó a introducir cambios económicos (NEP) que fortalecieron a un sector acomodado del campesinado. Trotsky planteó medidas para contrarrestarlo, limitando las concesiones, promoviendo la industrialización y revitalizando a la clase obrera pero Stalin, quien ahora se encontraba ahora al frente de Rusia, se opuso y recién años después llevó adelante un violento giro a través de la "colectivización forzosa".

LLegó al poder en una situación económica y social difícil de Rusia y en 1923 fue derrotada la Revolución Alemana. Lenin que moriría en 1924, tenía fuertes diferencias con su política hacia las nacionalidades oprimidas, entre otras, y comenzó a plantear la necesidad de frenar la creciente burocratización del partido, así como destituir a Stalin de sus funciones. De la misma manera Trotsky y un sector del partido comienzan a batallar para cambiar el rumbo económico y político de la revolución, lo que da lugar a la organización de la oposición de izquierda, primero en la URSS y luego internacionalmente.

Sin embargo, Stalin se mantuvo en el poder a base de intrigas, mentiras, falsificaciones históricas y la persecución física de la oposición. Hubo expulsiones masivas del partido, deportaciones y más de un millón y medio de opositores terminaron en los campos de concentración mientras que 700.000 fueron directamente ejecutados. El proceso de "burocratización" tuvo su mayor expresión en la anulación de los Soviet en 1934, mientras regía la dictadura del partido único.

Al principio, buscó justificar su política de dar la espalda a la revolución internacional bajo la idea de que se podía "construir el socialismo en un solo país", es decir, que se podía llegar al socialismo completo en la URSS aislada, independientemente de lo que pasara en el mundo. Esto era una cobertura para la ideología conservadora y nacionalista de la burocracia, que a su vez temía cada vez más que un triunfo de la revolución en otros países pudiera contribuir a cuestionar su dominio en la URSS. De esta manera, entre 1924 y 1933, el estalinismo tuvo una decisiva responsabilidad en la derrota de procesos revolucionarios, siendo uno de los más destacados el de China (1924-27), y luego en la derrota sin combate frente al ascenso al poder del nazismo en Alemania (1933), para desde allí en adelante en transformarse en un elemento consciente y decisivamente contrarrevolucionario, como se mostró en la derrota de la revolución española (1931-1937), donde se encargó de aniquilar físicamente a los sectores de izquierda que no se sometían dócilmente a la alianza con la "burguesía democrática".

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