Soviet

Sesiona el Soviet ante la crisis de abril

A las siete de la tarde, se realizó la reunión plenaria del del Soviet para definir qué actitud tomar ante la nota de Miliukov

Al comienzo de la reunión, los oradores no sabían qué decir al auditorio, se lo podía ver muy exaltado. Cheidse comunicó que después de la reunión se celebraría una entrevista con el gobierno provisional. Chernov intimidaba con la perspectiva de la guerra civil.
Federov, obrero metalúrgico y miembro del Comité central de los bolcheviques, contestó que la guerra civil era ya un hecho y que lo único que tenían que hacer los soviets era apoyarse en ella y adueñarse del poder. No encontraron eco en la mayoría de los delegados, eran planteos muy radicalizados para las intenciones del Soviet.

Lo más significativo de la reunión fue el inesperado discurso del liberal-socialista Stankievich, uno de los hombres de confianza de Kerenski:
"¿Qué necesidad tenemos, compañeros, de «atacar»? -preguntó-. ¿Contra quién habíamos de emplear la fuerza? ¿Habéis olvidado, acaso, que la fuerza sois vosotros y las masas que os siguen?... Miren, ahora son las siete menos cinco (Stankievich apunta con la mano al reloj que hay en la pared, y toda la sala se vuelve hacia él). Tomad el acuerdo de que el gobierno provisional dimita, comunicaremos nuestra decisión por teléfono y, a las siete, estad seguros de que habrá depuesto sus poderes. ¿Qué necesidad hay de acudir a la violencia, al ataque, a la guerra civil?"
En la sala retumbaron los aplausos clamorosos mezclados con gritos de entusiasmo. El orador quiso, indudablemente, asustar al Soviet sacando una consecuencia extrema
Y quién va a reemplazar al gobierno? -objetó uno de los oradores contestando a los aplausos-. ¿Nosotros? ¡Pero si nos tiemblan las manos!

EL Soviet no acepta la provocación de Miliukov pero no está dispuesto a ir contra el gobierno provisional, intenta tranquilizar a las masas exaltadas.

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