Finalizó el congreso de las tropas del frente occidental, la aplastante mayoría se pronunció por la paz
El teatro de Minsk estuvo colmado de gente. Los delegados transmitieron la situación del frente que vagamente conocían los funcionarios de la ciudad.
Contaron sobre la confraternización con los alemanes que se ve por todos lados, expresaron la iniciativa que van tomando los soldados, cada vez con más audacia y que el mando no puede ni pensar en medidas represivas.
Ante esta situación cada vez vez más incontrolable, los liberales ya no intentaron oponer sus consignas a las del Soviet, se limitaron a expresar su patriotismo sin más, quedaron totalmente desdibujados.
Finalmente, en el Congreso dominó el grito de la paz, una vez más entretejido con el de la defensa de la revolución, a tono con el espíritu del manifiesto del 27 de marzo, es la trampa que deben superar las masas.
La proposición del Soviet acerca de la guerra fue aprobada por 610 votos contra 8 y 46 abstenciones. De esta manera fracasó el intento de los liberales de enfrentar al ejército contra el Soviet.
Los comentarios de los dirigentes del soviet que allí se encontraban dejaron entrever su preocupación por lo difícil de controlar la situación. "Por momentos nos excede" deslizó uno de sus máximos representantes.
