La revolución produjo un hecho insólito: Ninguna de las facciones dominantes se anima a hacerse cargo. ¿Le temen a las masas?
La primer gran sorpresa la dieron los Socialistas Revolucionarios y sus aliados Mencheviques que aún teniendo la mayoría de delegados en el Soviet y controlando algunos de los principales puntos estratégicos de la economía, están intentando lograr que los Kadetes (burguesía liberal) se hagan cargo del gobierno, ya que opinan que sin la burguesía y los empresarios es imposible gobernar. Por si esto fuese poco, el líder liberal, Miliukov, replica que solo se hará cargo del poder si se restaura la monarquía y asume Mikhail como nuevo Zar. ¡Cosa difícil de lograr mientras los obreros sigan tirando abajo sus estatuas e incendiando sus cuadros!. A menos, claro está, que se masacre a la revolución.
Luego de horas de negociaciones sin salida, resolvieron que esta misma tarde irán a visitar a Mikhail los distintos representantes de las facciones dominantes. Algunos, para convencerlos de que abdique al igual que su hermano, otros, como Miliukov, para pedirle que asuma el poder y lo comparta con los liberales. ¿Estará dispuesto el hermano del Zar a ponerse al frente de un pueblo que clama venganza contra monarcas y explotadores?
