El Gran Duque Mijail Aleksándrovich de Rusia, hermano de Nicolás II, declaró que renunciaba al cargo en una reunión con funcionarios del Gobierno Provisional y ante delegados del soviet de Petrogrado.
"... aquel "hombre completamente imbécil", a quien el hermano mayor destronado por la insurrección intentaba transmitir el trono, infringiendo incluso la ley de sucesión dinástica, veíase convertido inesperadamente en superárbrito de la forma de gobierno de un país revolucionario. Por inverosímil que parezca, esta reunión, en que debían decidirse los destinos del Estado, se celebró. Con el fin de persuadir al gran duque de que abandonara las cuadras para ocupar el trono" cuenta León Trotsky en su Historia de la Revolución Rusa. Pero Mijail se negó por un miedo realista a "perder la cabeza".
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