La revolución rusa tuvo una enorme repercusión a nivel mundial.
De febrero a octubre de 1917 los ecos de esta revolución se fueron escuchando y contagiando en vastas partes del planeta. La revolución rusa originó el movimiento revolucionario de mayor alcance de la historia.
Las influencias recorrieron los trabajadores de las plantaciones de tabaco en Cuba que formaron "soviets", una de las fases más radicales en la revolución mexicana, el "bienio bolchevique" que fue el nombre con que se denominó el período de 1917-1919 en España y el "bienio rosso" de 1919-1921 cuando los consejos obreros se multiplicaron por Italia. Movimientos estudiantiles revolucionarios que estallaron en Pekín en 1919 y en Córdoba, Argentina en 1918 junto a las jornadas de huelga general y lucha obrera de la Semana Trágica. El recuento también rescata la influencia en el movimiento de liberación nacional Indonesio, y en Australia, donde los campesinos y pastores saludaron alborozados los soviets.
En enero de 1918, toda Europa central fue barrida por una oleada de huelgas políticas y manifestaciones antibelicistas y en 1919 movimientos revolucionarios estuvieron a las puertas de la toma del poder en Alemania y Hungría. Desde el mismo Estados Unidos destacados periodistas no dudaron en viajar para relatar la apasionante historia de "Los diez días que estremecieron al mundo".
Para manifestar su simpatía con la revolución soviética, obreros de Paris se manifiestan, el 1 de mayo de 1919, con cuchillos entre los dientes. Se burlaban así de la imagen que la burguesía trataba de mostrar de los comunistas, como hombres con "el cuchillo entre los dientes", sedientos de sangre.
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