Soviet

“La revolución rusa fue una tragedia para la burguesía y una epopeya para la clase obrera”

Se ha presentado en Madrid el libro del historiador Antonio Liz, El cielo por asalto, a cien años de la Revolución rusa, una actividad organizada por la CRT e Izquierda Diario.

En la introducción a su último libro sobre la Revolución rusa, Antonio Liz dice que un proceso revolucionario no es la receta de un líder genial sino el producto de las necesidades materiales y políticas de millones de personas. En ese sentido cita a Lenin, que señala que las revoluciones llegan “cuando el pueblo se ve reducido a una situación insoportable… Cuando el ímpetu decidido de decenas de millones de hombres rompe todos los viejos diques y está verdaderamente en condiciones de crear una vida nueva”.

Las revoluciones no comienzan por la acción de los revolucionarios, sostiene Antonio Liz, pero los partidos, los programas y los líderes son imprescindibles para ganar, y tienen que formarse previamente, no se pueden improvisar en el momento mismo de la revolución.

El relato de Liz recorre la historia de la Revolución desde 1905, acompañando a esos miles de hombres y mujeres de la clase trabajadora que marchan confiados al Palacio de invierno para hacer una petición al Zar y son recibidos con una feroz represión que apila por cientos los cadáveres en el domingo sangriento. En ese capítulo inicial de la Revolución, el autor rescata las palabras de León Trotsky y Victor Serge: desde entonces la “revolución no conocerá descanso”, hay una “ráfaga de revolución” que se expande por todo el territorio ruso.

El libro nos transporta a continuación junto a Trotsky en la emigración, devorando con avidez un periódico que informa sobre los sucesos del 9 de enero y su decisión de regresar a Rusia de forma clandestina, donde en pocos días pasará a convertirse en la figura más importante del nuevo organismo obrero surgido de la revolución: el soviet o consejo de obreros de San Petersburgo.

Los capítulos siguientes están dedicados a los años del reflujo que sigue a la derrota de 1905, las luchas políticas dentro del partido bolchevique, encabezadas por Lenin, la militancia en la clandestinidad, en la Duma y el resurgir de una ola de huelgas obreras en 1912, que se verán interrumpida por la guerra imperialista. Con un relato dinámico y atrapante, Antonio Liz aborda el inicio de la nueva revolución en febrero de 1917 y el período de radicalización del movimiento revolucionario hasta llegar a la toma del poder por los bolcheviques en octubre. Destaca el papel de Lenin y sus tesis de abril, así como la confluencia con Trotsky y la fusión de su grupo con los bolcheviques en junio de 1917.

Un libro pedagógico, de escritura clara y apasionada, que va hilando los acontecimientos fundamentales del proceso histórico, pintado a los personajes y mostrando en pequeñas anécdotas la complejidad de la lucha de ideas y partidos que se estaba desarrollando.

Un libro especialmente recomendable para nuevas generaciones y para todos aquellos trabajadores y trabajadoras que quieran introducirse en el estudio de la historia revolucionaria de la clase obrera. Por eso se agradece enormemente la labor de un historiador obrero como Antonio Liz, que robándole horas al descanso y después de años de trabajo ha dado forma a este libro sobre la Revolución rusa, mirándola no como un objeto de museo, sino buscando en el pasado la mecha para encender una chispa de esperanza para las luchas del presente.

El cielo por asalto. Revolución rusa (1905-1917)
Ediciones Espuela de Plata, 2017

Antonio Liz (Casfigueiro, Ourense, 1957) es un historiador marxista, autor de varios libros, entre ellos: Trótsky e o seu tempo (Entinema, 2005), Trotski y su tiempo (Sepha, 2007), Octubre de 1934, insurrecciones y revolución (Espuela de Plata, 2009), Revolución y contrarrevolución. La II República y la Guerra civil española (Huella Digital, 2016). Columnista habitual en la Red internacional Izquierda Diario y en la web alternativ Kaos en la Red.

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