Un obrero que fue parte activa del levantamiento de Febrero, nos cuenta su visión sobre la guerra
Entre las consignas que levantabamos en la Revolución de Febrero se encontraba la de "paz", queríamos el fin de la guerra interimperialista que sólo trae penurias al pueblo ruso y matanza entre hermanos de clase.
Sin embargo, y contra el estado de ánimo de las masas, el actual Gobierno Provisional, en manos de la burguesía liberal, continúa la política guerrerista de tiempos del zar, sólo que ahora bajo el pretexto de defender las conquistas de la revolución. Lo que parece realmente es una orientación destinada a agotar la energía revolucionaria más que a consolidarla.
Pero lo que realmente cuesta entender es la actitud de quienes dirigen el Comité Ejecutivo del Soviet de Petrogrado -los mencheviques y socialrevolucionarios- que no escuchan las exigencias de paz del pueblo ruso. Ayer, 27 de Marzo de 1917, proclamaban el “Manifiesto a todos los pueblos del mundo”, en nombre de la paz, llamando a los obreros y campesinos de los demás países en guerra a “negarse a servir como arma de invasión y violencia en manos de reyes, terratenientes y banqueros”. Pero con meras palabras no alcanza, es una incoherencia absoluta en tanto ellos mismos no rompen sus compromisos de alianza guerrerista con los gobiernos imperialistas ni con los burgueses de nuestro país, ambos empecinados en la continuación de esta matanza exacerbada.
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