Lenin

La consigna: Todo el poder a los Soviets “ha dejado en forma evidente de ser correcta”

Declaraciones de Lenin desde la clandestinidad afirman:
"El verdadero error de nuestro partido en esos días, puesto ahora de manifiesto por los acontecimientos, consistió en que... consideraba aún posibles las transformaciones políticas por la vía pacífica, mediante la modificación de los soviets, cuando, en realidad, los mencheviques y los socialrevolucionarios, gracias a su espíritu de conciliación, se hallaban ya tan atados con la burguesía y ésta se había convertido, hasta tal punto, en contrarrevolucionaria, que no se podía ni siquiera pensar en una solución pacífica."

¿Era posible la Revolución “pacífica”?

Lenin escribe "Sobre las consignas", publicado como panfleto por el Soviet de Kronstadt. En él, Lenin sintetiza las lecciones de los eventos de julio. Allí Lenin revela un aspecto casi olvidado de su visión de la revolución. Hasta entonces, había admitido la posibilidad de una revolución casi pacífica, en otras palabras, una toma del poder por parte de los Soviets, sin fracturas entre las clases trabajadoras y con el apoyo de las clases medias.

Pero desde el 4 de julio, escribe que la consigna, “Todo el poder a los Soviets” “ha dejado en forma evidente de ser correcta”, ya que el período del equilibrio pacífico de poder entre el Gobierno Provisional y los Soviets ha llegado a su fin.

Los partidos pequeño burgueses, los mencheviques y social-revolucionarios, han demostrado ser cómplices de la burguesía. El 27 de febrero, “todas las clases se unieron en contra de la monarquía”. A partir del 4 de julio, todas las clases se unieron en contra de la clase trabajadora. Algunas depositaban esperanzas en la Asamblea Constituyente. ¡Ilusiones constitucionales!: “El Estado –escribió Federico Engels- está constituido, ante todo, por destacamentos de hombres armados provistos de medios materiales, como, por ejemplo, las cárceles”. En este momento, el poder real es de los Cosacos, los junkers y los generales monárquicos. “Ese poder debe ser derrocado” – por la fuerza.

Todo el partido deberá preparase para la batalla. Pero debe hacer tiempo:

“Es indudable que lanzarse hoy a la acción y ofrecer resistencia equivaldría a ayudar a los contrarrevolucionarios. Es asimismo indiscutible que una lucha decisiva sólo será posible cuando un nuevo ascenso revolucionario surja en lo más profundo de las masas”.

En la revolución venidera, los soviets “no serán los soviets actuales, no serán órganos de la colaboración con la burguesía, sino órganos de la lucha revolucionaria contra ella”

VER TODAS LAS NOTAS DEL DÍA