Gobierno Provisional

Enfrentamientos en las calles de Petrogrado

La crisis abierta por la carta de Miliukov se agravó con miles en las calles, ahora también salieron los Kadetes dispuestos a enfrentarse a las masas que pedían la renuncia del Ministro

El Comité local del partido bolchevique fue llamó a movilizarse para ponerle freno al gobierno.

Los Mencheviques y los Socialrevolucionarios intentaron de apaciguar la situación, pero inmensas masas de obreros avanzaron hacia el centro, saliendo primero de la barriada de Viborg y luego de otros puntos.

Cuenta un periodista impactado por los sucesos que en la avenida principal, Nevski, se veía "Delante, cerca de un centenar de hombres armados; detrás, las filas compactas de hombres y mujeres no armados -un millar de personas-. Cadenas vivas a ambos lados. Cánticos. Lo que más impresión me produjo fueron sus caras. Aquellas mil personas no tenían más que una sola cara llena de ira"

Cheidse fue uno de los destacados miembros del soviet que intentaron convencer a las masas de volver atrás con la manifestación que se volviese atrás, hacia sus barriadas. Sin embargo esto no fue suficiente, le contestaron secamente que los obreros sabían perfectamente, sin que nadie se lo dijese, lo que tenían que hacer.

Mientras tanto los partidarios de Miliukov, los Kadetes publicaron una hoja donde plantearon que "Todos los que están al lado de Rusia y de la Libertad, deben agruparse en torno al gobierno provisional y sostenerlo." Con ese espíritu provocador salieron a la calle encabezados por los dirigentes Kadetes, con carteles que decían "Confianza absoluta en el gobierno provisional" y "¡Viva Miliukov!". Esas columnas patrióticas estaban compuestas por oficiales, intelectuales, funcionarios públicos.
Dos clases, dos torrentes humanos estaban en las calles, uno al grito de «¡Queremos Constantinopla!» mientras el otro gritaba «¡Viva la paz!»,
El General Kornilov, que el día anterior había querido reprimir las manifestaciones, había hecho montar cañones en la plaza de palacio dispuesto a usarlos ante la órden del Gobierno.

Ante esta actitud provocadora, los miembros de Soviet hacían esfuerzos
sobrehumanos por disolver los mítines revolucionarios, por conseguir que las manifestaciones de obreros y de soldados evacuaran el centro y se dirigieran a los suburbios y por evitar toda acción por parte de los cuarteles y de las fábricas.

En el enfrentamiento entre los dos bandos hubo muertos y heridos, mientras el soviet estaba reunido deliberando qué medida tomar para intentar controlar la situación.

VER TODAS LAS NOTAS DEL DÍA